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segunda-feira, novembro 18, 2013

Realidade que não é a nossa, mas que nos inspira - parte I 


E quem disse que revista de moda é só futilidade? Não que eu não goste de ver as novidades das passarelas e do mundo feminino, mas, de vez em quando, uma revista que é para ser mais folheada do que lida me prende a atenção por algum motivo.
Na revista de moda espanhola TELVA, edição de maio de 2013, uma reportagem em especial me chamou muito a atenção. É uma entrevista feita ao atual secretário geral da Confederação de Países da Cruz Vermelha e do Crescente Vermelho, o africano da Etiópia, BEKELE GELETA.
Nunca tinha ouvido falar dele, mas fiquei fascinada pelo que li na entrevista. É uma dessas pessoas a quem a vida oprimiu injustamente, porém, ele, ao invés de se revoltar contra seus opressores, tornando a revolta, a amargura e a vingança seus objetivos de vida, transformou sua terrível experiência em uma valiosa lição e começou a ajudar os oprimidos, levando-lhes consolo e esperança.
Enquanto lia a entrevista, me lembrava a todo instante das lições de Viktor Frankl, um grande ser humano que também superou uma realidade atroz, conseguiu ter esperanças em um porvir melhor e levou uma mensagem de humanidade, capaz de transformar a vida - e o sentido da vida - de qualquer um. (Para ler um artigo excelente sobre Viktor Frankl, entre AQUI).
Por ter gostado tanto dessa entrevista da revista TELVA e por ter admirado as lições que esse secretário geral transmite, durante esta semana, postarei trechos da entrevista. Assim, vocês vão lendo aos poucos, refletindo sobre cada momento e cada palavra desse senhor que tem muito a nos ensinar e inspirar.

Lo más importante de la vida es hacer que valga la pena. Nunca, nunca hay que rendirse. Hay que sacar lo mejor del tiempo y de las circunstancias que sean dadas. Eso siempre te lleva hacia adelante. (...) Bekele Geleta, secretario general de la Confederación de Países de la Cruz Roja y Media Luna Roja (...) licenciado en Derecho y Ciencias Políticas, y doctor en Economía por la Universidad de Leeds. Con sólo 32 años fue director general de la compañía ferroviaria más grande de Etiopía; con 36, prisionero de guerra durante 5 años en la más dura de las prisiones etíopes; con 45 ministro de Comunicaciones y Transportes de su país y, después, diplomático y embajador en Japón. Y, con 49, tuvo que emigrar a Canadá como refugiado político junto a su familia, para sobrevivir.
(...)
Entrevistadora: Nació en Etiopía en 1944...
Bekele Geleta: Sí, en pleno final de la II Guerra Mundial. En aquel tiempo Etiopía era aún más pobre de lo que es hoy. Éramos seis hermanos, mis padres eran analfabetos pero grandes luchadores. Me enseñaron a no rendirme jamás. Mi padre era comerciante. Cuando se quedaba sin dinero para género, recorría el país para trabajar en lo que fuera y volver a empezar. Mi madre era muy disciplinada. Todas las mañanas, mientras limpiaba nuestra choza, rezaba a Dios pidiendo tres cosas: que sus hijos sólo vivieran y pensaran en lo que es bueno, que nuestro mañana fuera mejor y que Él nos ayadara a ayudar a otros. Siendo niño le pregunté por qué lo hacía y me contestó que, si un día lo necesitaba, esa oración me salvaría. Cuando conocí el dolor, la tortura y el miedo de la prisión, el sentido de esa oración, el intento de preservar lo bueno dentro de mi espíritu, fue lo que me salvó de volverme loco.

Continua amanhã...

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